Este cuento fue escrito pensando en poder decirle al mundo y sobre todo a los niños, que no importa como somos, que tenemos que aceptarnos tal cual nos vemos o sentimos, pues de adultos siempre cuestionamos nuestra apariencia. Siempre en el colegio, hay compañeros, que se burlan de nosotros, nos colocan sobrenombres, y nos cuestionan por nuestra apariencia física.
De niña la autora Mira Lobe, era de estatura mediana y tenia los dientes un poco salidos, esto hizo que fuera blanco de burlas por sus compañeros, así que al comentarle a su madre lo mal que se sentía por lo que decían de ella, su madre le respondió... “Mira la apariencia física no lo es todo, puedes ver que hay diferentes especies de flores, de animales, de humanos, debes aprender que lo importante es estar bien con uno mismo, no importa el comentario de los demás, si te fijas en tus compañeros puedes ver que siempre existen diferencias entre todos y por más que quieran, nadie es perfecto”... con ese comentario de la madre Mira aprendió que todos somos diferentes y que hay otras cosas más importantes en la vida por que preocuparnos, no importa de que raza, religión o sexo seamos, lo que importa es que existimos, que somos únicos, y que estamos en este mundo con un fin específico...cual??? En el camino se descubrirá, y si no logramos descubrirlo por lo menos debemos intentarlo.
Seamos felices, vivamos la vida con fe y optimismo ayudando a nuestro hermano en todo lo que se puede, pues al final en el ocaso de nuestras vidas, no nos queda mas que nuestros conocimientos y la satisfacción de haber vivido la vida plenamente, alegres y sin haberle hecho daño a nadie.
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