A modo de creación (Leonardo Puente)

Aquella muerta me dijo:

_ ¿No me conoces?... pues me debías conocer… Has besado mi pelo en la trenza postiza de la otra vez.

Y yo le dije: Si te recuerdo pues, sueles aparecer como siempre como la primera vez, con tu vestido blanco y descalza. Caminando por todo el pueblo como buscando a alguien. Yo siempre te e observado desde la ventana de mi casa. Puedo ver como te diriges hacia donde me encuentro. Entonces cierro las ventanas rápidamente y aseguro todas las puertas. Poniendo detrás de ellas los muebles, las mesas, y todo lo que pudiera servir para evitar tu entrada. Siempre vienes a verme cuando estoy solo haciéndome inventar escondites en los rincones más inesperados de mi habitación, siempre que estoy escondido me agacho metiendo las manos y mi cabeza entre mis piernas pidiendo a Dios que no me encuentres.

Cierro los ojos pero no puedo evitar pensar en ti y empiezo a sudar frió y tiemblo de miedo. Tú eres lo más espantoso que he sentido en todos los años de mi vida.

En realidad, no se por donde entras. Solo se que, al abrir mis ojos en esta ultima vez, puedo ver mi cuerpo tirado en aquel rincón. Mi alma se eleva cada vez mas, puedo distinguir todo el pueblo desde las alturas.

_ ¡Como no conocerte!... si estas con migo desde el primer momento que me acompaña la vida.

Si! Bese tu pelo en la trenza postiza de la otra vez, para evitar que me llevaras con tigo y tú cediste, dejando mi vida unos años mas. Aunque esta vez no fue así mi suerte.

_ ¡Claro que te conozco!... Has llegado como siempre con tu vestido blanco y descalza.

Yo te veía caminar por el pueblo como buscando a alguien.

Esta vez fui yo… esa muerta eres tu, la muerte.