Las cosas de Fracia (2)

(Camello declarado indeseable)

Amado camello Guk, cómo te va en Pensilvania? Espero que bien!

Ya han pasado varios años desde que te fuiste, pero tu recuerdo sigue intacto en mi memoria.

Me acuerdo que venías todos los días a las 3:15, desde mi oído ibas saliendo poco a poco, amarillo, grande, jorobado, y con tus pies de ruedas… Debo confesarte que sentí mucha presión, que me creyeron loca, que sólo eras un producto de mi mente y que inevitablemente fui creciendo y llenándome de cosas que hacer, de prejuicios, responsabilidades y condenas que me obligaron a dejar de imaginarte, sé que con el tiempo has logrado entenderme y perdonarme. De cualquier modo, quería decirte que fui y soy muy feliz de que hayas formado parte de mi vida.

Hey!! Me he enterado de tu boda y del bebé que esperas, felicidades Guk y mucho éxito.

Tu vieja amiga, siempre

Fran.

En segunda persona

(Instrucciones para llorar)

Dejo tus motivos, esa manera tuya de llorar, tu escándalo, la torpe semejanza entre tus lágrimas y tus mocos. Te suenas enérgicamente, tú mismo, creyendo en “tu mundo interior”, eres sólo un pato cubierto de contracciones donde no entra nadie, siempre te tapas con decoro con las palmas de tus manos cuando tus niños lloran por tus rincones durante tres minutos.